jueves, 9 de marzo de 2017

El reto de evolucionar de lo general a lo particular

Este post es en realidad una versión 2.0 del primero que escribí. Inicialmente me limité a explicar los principales puntos que Umberto Eco aborda en el artículo que escribió en 2005, Para una guerrilla semiológica, pero hoy, comentando en el foro de la asignatura del máster que estoy cursando: "Teoría y Práctica de la Comunicación Audiovisual", me he dado cuenta de los paralelismos con el momento actual que iba encontrando a la hora que trataba de desgranar los mensajes de Umberto Eco, y me ha parecido más interesante dejar constancia por aquí de esos aspectos, más que colgar un resumen de lo que había leído.

Eco, en este artículo parte de valorar la importancia de la información en  un contexto social en el cuál estamos todos conectados y se han roto las barreras espacio-temporales. 


“Hoy, un país pertenece a quien controla los medios de comunicación” (Eco, 2005)

En este sentido, se hacen indispensables los estudios, especialmente a nivel sociológico, sobre el funcionamiento y el efecto de los mensajes que se emiten a través de los medios de comunicación. 

La comunicación de masas: el concepto

¿Cuando se da la comunicación de masas? Cuando hay una fuente única y centralizada que emite un mensaje a través de un canal tecnológico, y los destinatarios son una masa, una audiencia amplia y homogénea. 

Las críticas a las comunicación de masas

Con la popularización de medios de comunicación como la televisión en el siglo XX, surgen muchos detractores respecto a la poca pluralidad y el control que este fenómeno informativo proyecta a nivel social. Son los que Eco denomina "Apocalípticos". 


Consideran que el fenómeno de la comunicación de masas no transmite una ideología, sino que es una ideología en sí mismo, por lo que un cambio en el emisor, no supone mejorar la situación, dado que el problema se haya en el propio sentido y funcionamiento de los medios de comunicación de masas.





El problema no está en el mensaje, ni en el canal, ni en el punto de partida. ¿Entonces qué es lo que limita la libertad informativa?




En este esquema de la comunicación falta un aspecto que para Eco es clave. ¿Como se interpreta el mensaje por emisor y receptor? A esta interpretación de la información la llamamos código, y según el autor que nos ocupa, él es el responsable de dar sentido a los distintos procesos comunicativos. 

¿Y todos utilizamos los mismos códigos para entender e interpretar el mensaje? Rotundamente NO. Hay múltiples factores que condicionan a cada persona (cultura, educación, grado de implicación con la información que recibe, costumbres...) a la hora de descodificar un mensaje. 

Por tanto, ¿no es la masa homogénea?

Esta pregunta queda respondida. La masa no es homogénea y, por tanto, no se puede tratar como a tal: 



"El reto para el futuro es que los comunicadores seamos capaces de imaginar unos sistemas de comunicación complementarios que nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro del conjunto de la audiencia" (Eco, 2005)

Pero, ¿y si ese futuro ha llegado?

 Parece que esa petición, ese deseo lanzando por Eco en 2005 se corresponde con las características que les podemos atribuir a las redes sociales, por ejemplo: 



"Los mensajes en redes sociales son diferentes a los de los medios convencionales. Son fragmentados, más plurales, breves, fugaces y personalizados" (Del Rey Morato; Campillo y Guan, 2016, pág. 185)

Encontramos ahora, con las redes sociales, la respuesta a ese problema que los apocalípticos planteaban sobre el bloqueo que suponía el fenómeno de la comunicación de masas en detrimento de la libertad y pluralidad de la información.


Las redes sociales permiten la segmentación de la información por categorías, temáticas... con un protagonismo del receptor del mensaje, que es parte activa del proceso comunicativo.

Como comentaba en el foro de esta asignatura a modo de ejemplo, en twitter, un emisor lanza un mensaje, que llega a distintas personas (receptores), o bien por ser seguidores o por la temática de la información (localizable a través de hashtags). Estos receptores pueden responder directamente al emisor de esta información. La "discusión" que surge puede desembocar en conclusiones bien distintas porque entra en juega la interacción de emisor-receptor y los códigos que utiliza cada uno para dar sentido a la información que intercambian.  Estas discusiones paralelas son el claro reflejo de una mayor pluraridad informativa y nos acercan un poco más a ese "reto" del que nos hablaba Umberto Eco. 

 ¿Y el uso del Big data?

¿Qué es el Big data y qué sentido tiene en este contexto de segmentación de la masa homogénea que definían los medios de comunicación de masas?


Más allá de la realidad en la cual compartimos conscientemente mucha más información personal que antes de la llegada de Internet, a través de nuestros perfiles en redes sociales como Facebook o LinkedIN, por ejemplo, hemos de tener en cuenta la “huella digital” que dejamos a nuestro paso por la red, y que es analizada y comercializada por empresas que se dedican exclusivamente a recopilar información sobre nuestros gustos, aficiones y costumbres para ser utilizada para fines comerciales en la mayoría de los casos, lanzando información mucho más dirigida y estudiada a los distintos públicos. 

Esta es  una herramienta más que contribuye a hablar de nuevo de esa segmentación del público a la que se refería Umberto Eco.


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