Los medios de comunicación han tenido siempre un
papel relevante en la vida de las personas en la medida en la que han sido
capaces de llegar al mayor número de la sociedad.
Esto se acentúa con el desarrollo de la llamada
"comunicación de masas" especialmente a lo largo del siglo XX (con la
llegada de la televisión).
La combinación de imagen e información y la
intencionalidad (directa o indirecta) de los mensajes han sido capaces de crear
necesidades (desde el sector de la publicidad), estimular el miedo, el deseo… y
también fijar estereotipos sobre lo que es socialmente correcto y aquello que
no entra dentro de los cánones.
En una sociedad hipercomunicada donde la información, bajo mi
punto de vista, es la principal fuente de PODER, los mensajes que recibimos a
través de los medios de comunicación son nuestro principal referente.
¿Un ejemplo? Hemos hablado de estímulos
despertados por los medios: suelen ser sentimientos extremos: odio, deseo… Justo
hablamos ahora del primero. Muchos mensajes lanzados a través de los medios, a
veces de forma muy sutil, han estimulado en gran parte de la sociedad el
sentimiento de odio hacia determinadas cosas, colectivos, personas… Por
ejemplo, los gitanos. Es curioso cómo, limitándonos a Europa, allá donde
vayamos y pronunciemos este nombre, en líneas generales, las reacciones son de
rechazo. ¿A qué se debe? ¿Existen verdaderamente cifras fundamentadas que
relacionen a este colectivo con actos delictivos, por ejemplo?
Sin embargo, los actos desafiantes con ellos se han sucedido y siguen teniendo lugar continuamente, casi
obligándoles a que saquen a relucir esa violencia que ya tienen estereotipada a
nivel social.
A continuación veremos algunos ejemplos sobre el
tratamiento por parte de los medios de comunicación del tema de la etnia
gitana, que nos pueden ayudar a comprender en qué medida los medios pueden
canalizar una forma de pensar determinada ejerciendo un potente CONTROL SOCIAL:
En primer lugar, os dejo esta noticia, de la cuál
parte este post. Se trata de un caso sucedido en Italia en el cuál una
joven afirma haber sido violada por un gitano. El pueblo (y algunos grupos
radicales que poco o nada que ver tenían con esta chica, por lo que su interés
real no era defenderla, sino la violencia sin razón) atacan un pueblo gitano.
Finalmente la chica reconoce haber mentido. Había mantenido relaciones con un
chico consentidas y tenía miedo de decirlo a su familia, muy conservadora.
Sin embargo, los medios reflejaron a un pueblo
gitano resignado, recogiendo los destrozos de sus casas, asumiendo que actos
así entraban dentro de la “normalidad” que a su etnia les tocaba sufrir,
mientras que los violentos no mostraban arrepentimiento alguno (entre otras cosas
porque sus actos no estaban motivados en realidad por una causa. Solo eran
violencia por violencia).
Este es un claro ejemplo en el cual vemos como no es necesario que se desarrolle un acto violento como a tal para atacar a un colectivo que históricamente ha sido maltratado por los medios de comunicación sembrando en las personas un odio infundado a esta etnia.
Por otra parte, tenemos este segundo ejemplo en el cual no hace falta ir más allá del titular de la noticia. Destacar en un caso de violencia machisma ya en el mismo titular la etnia de los protagonistas, ya marca una diferencia y lanza a quién lee la noticia un mensaje claro: ¡Ojo! Es comprensible todo lo que viene a continuación porque son "gitanos". Es curioso como en el caso de otros colectivos, mencionar la etnia no es noticiable. ¿Quién ha decidido que es importante que la sociedad sepa que se trataba de gitanos? ¿En base a qué estudio considera que es noticiable ese dato?
Por último, cierro esta entrada con un ejemplo algo más amable, una noticia reciente sobre algunas medidas para la "inclusión del colectivo gitano". Ya de entrada, es curioso que haya de ser noticia esto pero nos permite medir hasta qué punto ha calado el mensaje negativo hacia la etnia gitana para que se vea necesario tomar medidas y aplicar políticas de inclusión de un colectivo con el que hace decenas de años con el que convivimos. Bueno, no se si diría convivir...
Estos ejemplos ilustran el fuerte poder de los medios como herramienta de control social. De la misma forma que con este ejemplo, los medios nos han impuesto modas, prototipos de belleza, estigmas sociales que ya tenemos a día de hoy arraigamos y utilizamos sin darnos cuenta...
Y ese es, bajo mi punto de vista, el mayor peligro.
Y ese es, bajo mi punto de vista, el mayor peligro.
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